Siempre que hay un bebé de camino, surge el
mismo dilema: ¿Qué nombre ponerle?
Algunos padres lo tienen claro desde un
principio, pero hay otros que incluso llegado el momento del parto todavía no se han decidido. Y es que hay muchos motivos para escoger el nombre de un bebé:
hay teorías que dicen que el nombre de una persona determina su carácter, que
algunos generan buena suerte o simplemente se escogen por mantener las
tradiciones familiares.
¿Queréis saber cuál es el mío?
El nombre elegido por mis papis para mí es
ARIADNA. De origen griego, proviene del término “Ariádne”. La raíz “ari”
significa “muy” y “adne” significa “santa, casta, limpia, pura”. Por lo tanto,
mi nombre significa “muy limpia y pura”. Es un nombre perfecto, ¡¿a que sí!?.
Por tener este nombre, me corresponde un día en
el santoral: el día 17 de septiembre.
Además, se dice de las Ariadnas que somos
(y seremos) responsables, perseverantes, bondadosas y piadosas, que tenemos una
personalidad enigmática y muy misteriosa a la que es difícil resistirse…Habrá
que ver en unos años cuantas de estas predicciones se cumplen… lo mismo me
tengo que plantear cambiar de nombre a alguno que se adapte mejor a mis
cualidades. ¿Os imagináis tener que cambiarme de nombre a Homobona o
Seguismunda, sólo porque estos se adaptan mejor a mis cualidades y capacidades? ¡Menudo
disparate!
También cuenta la leyenda que la primera Ariadna
fue la hija de Minos y Pasífae, y en su haber estuvo el invento del famoso “hilo
de Ariadna”, gracias al cual, el héroe griego Teseo pudo entrar al laberinto
del Minotauro y encontrar el camino de vuelta sin perderse. ¡A eso le llamo yo
ingenio!
Y una vez hecho el repaso por toda la historia
de mi nombre, os preguntareis que me parece a mí, la interesada: pues la verdad
es que estoy encantada. Soy de las que piensan que los nombres no hacen a las
personas, sino que son las personas las que se hacen su propio nombre. ¡Y yo
pienso lucir el mío muy orgullosa!
Si tengo que ponerle una pega, ¡es que estoy
segura de que me va a costar encontrar una lata de Cocacola con mi nombre!
Una vez decidido el nombre, ya solo quedaba
empezar a decirle a todo el mundo que esta pequeña “lentejita” que crecía en la barriga de Mamá ya tenía nombre:
ARIADNA.
¡Toma nombre chulo! |